La manifestación en el centro de Posadas se extendió a más actividades. De empleados públicos a productores yerbateros, penitenciarios y actividades diversas cortaron el tránsito en Candelaria y en Santa Ana. Los piquetes duraron 10 horas
La manifestación que iniciaron la semana pasada los policías de la provincia terminó por convertirse en un catalizador de reclamos que venían apareciendo aquí y allá en demanda de aumentos de salarios. Efectivos de la fuerza de seguridad rápidamente concitaron la solidaridad y adhesión de maestros, penitenciarios, empleados públicos, tareferos y productores en general que salieron a la calle en demanda de soluciones.
El clima de efervescencia social que tomó el viernes último temperatura máxima impulsó al gobierno nacional a enviar personal de Gendarmería y uniformados federales, que mantienen bajo perfil y, lejos de aplicar el protocolo antipiquetes, toleran cortes de tránsito en lugares claves, como la ruta nacional N° 12, que estuvo durante diez horas cortadas en tres puntos. Los efectivos que responden a Patricia Bullrich, desviaron el tránsito y evitaron los desalojos.
Trabajadores de la educación realizaron cortes en varias arterias neurálgicas de Misiones. Mientras, los policías mantienen el campamento frente al Comando Radioeléctrico y afirman que volverán a las negociaciones con una postura intransigente: duplicar el sueldo inicial actual.
Docentes de distintas organizaciones sociales y autoconvocados de varias localidades de Misiones cortaron desde esta mañana el tránsito en inmediaciones del puente sobre el arroyo Guarupá, que une la localidad homónima con Candelaria por la ruta nacional 12. Los maestros misioneros también realizaron otra interrupción del paso unos kilómetros al norte de la misma vía, a la altura de la localidad de Santa Ana. En el acceso a Puerto Iguazú, donde la ruta 12 termina, se realizó un corte intermitente que también convocó a trabajadores de la educación.
Nueva convocatoria a policías
Mientras la protesta en el puente se agrava, en el centro de Posadas, el epicentro donde empezó la rebelión sigue generando novedades. Ramón Amarilla, vocero de los policías, anunció que el Gobierno convocó a una nueva instancia de conversación. Pero aclaró que la postura que llevarán es irreductible: un 100% de aumento que lleve el básico del agente a $. 830 mil.
Germán Palavecino, indicó que el Gobierno les avisó que hoy volverían a convocarlos, pero sin precisión de hora ni lugar. El lunes las conversaciones terminaron abruptamente. “Nos ofrecieron un 20%. Una falta de respeto. Nosotros queremos el 100% sí o sí”, clamó Amarilla desde las escalinatas del Comando Radioeléctrico, foco del conflicto.
“Vamos a regresar con la esperanza de traer el resultado que pretendemos”, añadió y aseveró que el propósito es lograr una recomposición salarial y no provocar la caída del gobierno. Sin embargo, en otro tramo expresó: “Tenemos que mantenernos unidos y darle pelea a esta gente hasta las últimas consecuencias.”
“El Gobierno ni ha dimensionado el problema gravísimo que tiene. Todos los sectores estamos en la misma situación. Quieren arreglar con la policía primero para después utilizarnos para pelear con un docente o el personal de salud. No tenemos que permitir que nos usen y pelear pobres contra pobres”, agregó Amarilla, policía retirado. Luego, precisó: “Acá vamos a dar el puntapié inicial para que el policía sea bien pago”.